El proceso de afrontar la pérdida de un perro, en muchos casos solo dependerá del sentimiento que la persona le tuvo a la mascota
Algunas personas pueden llegar a desarrollar sentimientos tan fuertes por sus mascotas, como el de una madre por sus hijos, que al momento de su fallecimiento en circunstancias accidentales o de salud, suelen doler tanto o igual como perder a un ser querido. El duelo por la pérdida de un perro lo afronta cada persona de manera diferente y tiene varias fases que se van superando con el pasar del tiempo.
Fase 1: La Negación
El médico veterinario Jorge Tartaret, explicó que una de las primeras etapas del duelo es la negación, pues muchos de los responsables de animales no aceptan que estaba enfermo o sufrió un accidente en el que lamentablemente falleció. “El proceso de negación es variable en cada persona; para algunos solo les lleva horas, a otros días y en casos más complejos, meses”, comentó Tartaret.
Fase 2: La Culpa
La segunda fase es la culpa. Explica que la muerte de la mascota es atribuida en su mayoría al veterinario, pues el responsable del animal señala como falta de atención el que la mascota muera después de ingresar a los centros de atención.“Hay personas que tienen un perro o gato que tiene alguna enfermedad o presenta alguna dificultad de salud y lo traen al consultorio cuando ya no hay nada que hacer; hay otros que asumen la culpa y aceptan que la mascota estaba enferma y murió”, relata el medico veterinario.
Fase 3: El desprendimiento
Una de las últimas fases es el desprendimiento, que en muchas personas suele durar por largos periodos de tiempo. “El sentimiento de apego es tan fuerte para las personas que han tenido un animal casi desde su nacimiento, situación que les afecta mucho, pueden pasar años sin que las personas superen la pérdida”, dijo. Mencionó que los niños, personas de la tercera edad y con discapacidad son muy sensibles al momento de perder a sus mascotas.
Fase 4: La aceptación
La última fase es la aceptación, es cuando luego de haber sufrido la pérdida y haber pasado por cada uno de los procesos, el responsable del animal fallecido entiende que no va a estar más.