En el mar de Lima, cerca de 6.000 barriles de crudo están vertidos, afectando un área aproximada de 1,1 millones de metros cuadrados
«Grave», así calificó el derrame petrolero en el mar de Lima, Perú, la misión de expertos que envió la Organización de las Naciones Unidas (ONU) al país para ayudar en las labores de remediación del desastre.
«Basado en el análisis de la información preliminar brindada al equipo de expertos técnicos, el derrame de petróleo califica como grave según los estándares del International Tanker Owners Pollution Federation Limited (ITOPF) nivel que pone a dura prueba las capacidades de respuesta de cualquier país», reza un comunicado del organismo reseñado por EFE este 27 de enero.
La agencia con base en Londres, especializada en la resolución de derrames de crudo, destacó que la misión desarrolla «proyecciones sobre la evolución del derrame para lograr el mayor impacto de las visitas técnicas a las zonas afectadas que se están llevando a cabo».
El equipo de la ONU, prevé idear estrategias para asesorar a las autoridades locales en la búsqueda de una solución rápida.
De acuerdo al medio, la misión trabaja con representantes de la presidencia del Consejo de Ministros, cancillería, ministerio del Ambiente, Instituto Nacional de Defensa Civil y Centro de Operaciones de Emergencias Nacionales.
El derrame petrolero ocurrió el pasado 15 de enero en la refinería La Pampilla del distrito limeño de Ventanilla. Cerca de 6.000 barriles de petróleo quedaron vertidos en el mar, ocasionando la contaminación de un área aproximada de 1,1 millones de metros cuadrados.
La Pampilla, es administrada por la transnacional española Repsol a la cual el presidente de la República, Pedro Castillo culpabilizó del desastre.