Ecologistas advierten que para 2035, el bosque más grande del mundo será una zona productora de gases de efecto invernadero
El Amazonas, dejó de ser el pulmón del planeta desde hace más de 10 años, cuando comenzó a emitir mayor cantidad de CO2 del que recibe anualmente, debido a la actividad humana que ha acabado con miles de hectáreas, es decir, en vez de enfriar la atmósfera de la Tierra como es debido, la calienta.
La industrialización, gentrificación y agricultura, entre otras prácticas destructivas aceleran cada día más su desaparición, acercando a la selva tropical más grande del mundo a un punto de inflexión del que tal vez no pueda recuperarse.
De acuerdo a un estudio, el Amazonas en un futuro cercano, podría atravesar por un inminente colapso ecológico, principalmente por la deforestación.
En concreto, emite más gases de efecto invernadero que atrapan el calor en el suelo, debido a la tala ilegal e indiscriminada, incendios y erosión de los suelos.
Más de 30 expertos involucrados en la investigación, aseguraron que probablemente el problema se agudice en los próximos años.
El ecólogo Kristofer Covey del Skidmore College de Nueva York, Estados Unidos (EEUU) advirtió que la tala es el problema más grave en este terreno porque la jungla está desapareciendo. Esto sin contar que la quema de combustibles fósiles está terminando con el ozono aún disponible.
“Talar el bosque está interfiriendo con su absorción de carbono; eso es un problema”, pero «cuando empiezas a mirar estos otros factores junto con el CO2, se vuelve realmente difícil ver cómo el efecto neto no es que la amazonía en su conjunto esté realmente calentando el clima global”, expresó para National Geographic.
«El dióxido de carbono representa la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por el ser humano. Hoy, debido a la degradación y destrucción del bosque, el Amazonas está emitiendo aún más CO2 del que puede procesar», agregó.
Destacó que para 2035, el Amazonas ya no será un bosque sino una zona productora de gases de efecto invernadero o tal vez la fuente de carbono más grande del mundo.
Imágenes satelitales de MAAP, mostraron que cerca de 1.740 kilómetros cuadrados de la selva amazónica de Brasil han sido devastados en lo que va de año, tratándose de un área aproximadamente 30 veces el tamaño de Manhattan, EEUU.