La OMS señala que no hay pruebas contundentes de que un perro, un gato o cualquier animal doméstico pueda transmitir la enfermedad
Mientras el covid-19 sigue extendiéndose por todo el mundo, muchos han expresado su preocupación sobre si el nuevo coronavirus puede transmitirse entre las mascotas y los humanos. Hasta ahora, ha habido informes de las infecciones de un gato en Bélgica y de dos perros y un gato en Hong Kong.
Un equipo de científicos del Instituto de Investigación Veterinaria de Harbin (China), afirma que «los gatos y los perros están en contacto cercano con los humanos, y por lo tanto, es importante comprender su susceptibilidad al SARS-CoV-2 para el control del Covid-19».
Según las conclusiones de su estudio, publicado en bioRxiv, los gatos pueden infectarse con el coronavirus y propagarlo a otros gatos, pero los perros no son realmente susceptibles a la infección. Los científicos también concluyeron que no es probable que pollos, cerdos y patos contraigan la enfermedad.
Experimentos de laboratorio
Sus hallazgos se basan en experimentos de laboratorio en los que varios animales fueron inoculados con altas dosis del SARS-CoV-2.
Primero, el equipo, dirigido por el virólogo Bu Zhigao, infectó a cinco gatos con el coronavirus a través de la nariz. Cuando dos de los felinos fueron sacrificados seis días después, los investigadores encontraron ARN viral, así como partículas de virus infecciosos, en sus vías respiratorias superiores.
Los otros tres gatos infectados fueron puestos en jaulas junto a tres felinos no infectados. Más tarde, el equipo detectó ARN viral en uno de los gatos no infectados, lo que sugiere que se contagió del virus a través de gotitas respiratorias expulsadas por los primeros. Asimismo, los cuatro gatos acabaron produciendo anticuerpos contra el SARS-CoV-2.
Por otro lado, los investigadores encontraron que los hurones también son muy susceptibles a la infección por el nuevo coronavirus, lo que los convierte en un modelo adecuado para probar posibles vacunas y medicamentos.
Los perros, sin embargo, fueron menos susceptibles al virus. Los científicos infectaron a cinco perros jóvenes y descubrieron que dos excretaban ARN viral en las heces, pero ninguno contenía virus infecciosos. Investigaciones similares en cerdos, pollos y patos no identificaron ARN viral en animales a los que se había inoculado el virus, o en aquellos que habían sido expuestos a animales infectados.
¿No hay evidencia directa?
Aunque estos hallazgos resultan interesantes, solo se basan en experimentos de laboratorio y no representan interacciones de la vida real entre los humanos y sus mascotas, señala la viróloga Linda Saif, de la Universidad Estatal de Ohio (EE.UU.). La experta destaca que no hay evidencia directa de que los gatos infectados secreten suficiente coronavirus para infectar a las personas, reseña un medio de comunicación extranjero
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que hasta la fecha no hay pruebas contundentes de que un perro, un gato o cualquier animal doméstico pueda transmitir la enfermedad.