Sobre las tumbas profanadas, juegan los niños, mientras sus padres y vecinos pasan el día en «casas» improvisadas hechas de zinc y cartón
Jendry, un niño de 11 años y su hermana de 9, juegan todos los días entre las tumbas profanadas del Cementerio General del Sur de Caracas, mientras esperan la llegada de su madre alcohólica.
Por lo general -según un trabajo especial de France 24– los niños suelen pedir comida en el popular mercado de El Cementerio y no son los únicos que viven entre los muertos, también está su hermana mayor de 17 años llamada Winifer, quien habita el camposanto junto a su esposo Jackson e hija de 5 meses.
«Prácticamente he vivido toda mi vida en el cementerio», manifestó la adolescente desde una estructura techada con láminas de zinc y cubierta por barras metálicas.
La pareja, duerme sobre las lápidas de granito que albergan en su interior 4 difuntos.
La profanación del cementerio es un tema conocido por los caraqueños, quienes lamentan tener que enterrar a sus seres queridos en este lugar, donde ni siquiera existe seguridad.
«En un día profanaron 22 tumbas», detalló un trabajador, teniendo en cuenta que cifras extraoficiales destacan que el 60% del cementerio ha sido saqueado no solo para extraer los «tesoros» de las tumbas históricas, sino también los cadáveres para la práctica de la santería.
«Marditos todos los que sacan a nuestros difuntos. Al que agarre aquí lo mato, ratas. Amén», reza un mensaje en una tumba. «Ya fue profanada, no hay oro», dicen otros letreros.
El conocido mausoleo familiar del dos veces presidente de Venezuela, Joaquín Crespo (1841-1898) está en ruinas, al igual que muchas otras tumbas, como la de Eva de Delgado Chalbaud.
Luis de 41 años, quien perdió su casa hace dos años por un aguacero, cuida 37 tumbas, incluyendo las de su familia.
A su juicio es mejor vivir en el cementerio que en la calle. «Uno le cuida su tumba, se la mantiene barrida, lavaíta, limpiecita y los familiares los domingos se te presentan con dos o tres productos».
«El que quiere tener su muerto seguro tiene que pagar», sentenció.
La alcaldía de Caracas no respondió a la solicitud de comentarios de AFP sobre la situación del cementerio.