Experto asegura que la nación, se encamina a poseer el mayor laboratorio de variantes por incapacidad de respuesta del Estado
La mala gestión de la pandemia del COVID-19 en Brasil, podría llevar al país a convertirse en un vivero de nuevas cepas del SARS-CoV-2, advirtió para Sputnik, el especialista de la Facultad de Medicina Ribeirão Preto de la Universidad de São Paulo (USP) Domingo Alves.
El pasado 26 de abril el Instituto Butantan de Sao Paulo, anunció que detectaron 3 nuevas variantes del nuevo coronavirus: B.1351, cepa sudafricana en la Baixada Santista; B.1.318 en Itapecerica da Serra; y N9 -mutación de la P.1- variante amazónica en Jardinópolis.
Como si esto fuera poco, también hallaron variantes de la cepa sudafricana en Sorocaba y en Belo Horizonte, Minas Gerais, mientras la amazónica, se expandió a nivel nacional, estando presente en el 90% de las muestras, según un estudio reciente del Instituto Adolf Lutz.
«Aquí tenemos la tormenta perfecta porque tenemos una alta tasa de infección y porque no hacemos controles. Somos un laboratorio perfecto. Si haces una lista de nuevas cepas conocidas aquí, debe ser la punta del iceberg, debe de haber muchas otras», sentenció para el medio ruso.
A su juicio, Brasil puede vivir el escenario de India, donde el sistema sanitario colapsó y representa una amenaza para el mundo, debido a que no se tomaron medidas eficientes de bioseguridad.
«La variante de Manaos se expandió por todo el país porque nadie controló nada. La detección de las cepas es esporádica, cuando decimos que ya existen mutaciones por aquí en realidad ese escenario debe ser necesariamente mucho peor», agregó.
El ritmo lento de la jornada de inmunización masiva, es otro factor que pone en riesgo la estabilidad sanitaria de Brasil, considerando que el juego del virus es la «supervivencia frente a los intentos de controlarlo».