Desarrollan una capacidad de cuidar de alguien y de fomentar el sentimiento de competencia y seguridad en los niños
La relación con mascotas como los perros o los gatos actúa como estabilizador de la conducta infantil, además contribuye a fomentar la alegría ya eliminar la tristeza, así como a disminuir los miedos que son normales en la infancia, revela un estudio.
También se conoció, que las personas que durante su niñez han tenido contacto con un animal de compañía aprenden valores como la compasión y la empatía, valores que son importantes a la hora de mantener relaciones interpersonales positivas.
Los lazos afectivos con el animal de compañía ayudan a superar la sensación de miedo o tristeza debido a que el niño recurre de forma habitual a su perro o a su gato para abrazarlo y encontrar alivio en estas situaciones.
Según especialistas, el 46% de los niños perciben al animal como la principal fuente de apoyo emocional después de los padres.
Asimismo, el 50% asocian al perro o al gato con su compañero de actividades y juegos. Ocho de cada diez niños de incluso entre 9 y 12 años prefieren jugar con sus animales de compañía ante los videojuegos.