Investigación revela que el fármaco de bajo costo y de uso común, es una buena opción para tratar a los contagiados
Un estudio publicado en Lancet Global Health, reveló que el antidepresivo fluvoxamina, reduce las hospitalizaciones por COVID-19 entre los pacientes con perfiles de mayor riesgo.
“La fluvoxamina, un medicamento que ya existe y cuyo coste es reducido, disminuye el riesgo de tener que recurrir a cuidados avanzados en una población de riesgo elevado”, reza la investigación realizada por expertos de Canadá, Estados Unidos (EEUU) y Brasil.
Para llegar a esta conclusión, se realizaron ensayos en una decena de hospitales de Brasil. Sin embargo, estudios previos mostraban efectos interesantes de la fluvoxamina contra el SARS-CoV-2, aunque se desarrollaron con muestras pequeñas y con una metodología que arrojaba resultados inciertos.
En este caso, el análisis contó con la participación de 700 pacientes y otros tantos, tratados con placebos sin que los médicos supieran realmente el tratamiento a suministrar.
Se midió cuántos contagiados de cada grupo, fueron finalmente hospitalizados tras 28 días o tuvieron que permanecer más de 6 horas en urgencias.
En concreto, el 11% de los enfermos tratados con fluvoxamina se encontraron en una de estas situaciones frente al 16% del grupo del placebo.
“Este estudio hace claramente pensar que la fluvoxamina constituye una opción eficaz, segura, poco costosa y bastante bien tolerada para tratar enfermos de COVID-19 no hospitalizados”, sentenció el investigador Otavio Berwanger, quien no está vinculado al ensayo.
Opinó que la investigación deja de lado el efecto del fármaco en los decesos y las conclusiones sobre hospitalizaciones, se ven debilitadas por haber mezclado 2 criterios.