Todos vivimos en la búsqueda constante de la felicidad y el amor, es una necesidad del ser humano
A decir verdad, ¿a quién no le gusta ser amado? A todos. No sé si te has puesto a pensar, pero ¿por quién crees que, nos resulta mejor ser amados?
Sentirnos amados no está mal, el amor es el sentimiento que mueve al mundo, pero ¿porque lo ligamos con la felicidad? Muchas veces relacionamos la felicidad con el amor y asumimos que el amor depende meramente de la felicidad, mientras que los expertos luego de estudios han definido la felicidad está dividida en dos ámbitos, la emocional que se relaciona a la ausencia de emociones negativas como la tristeza, rabia e ira y la cognitiva que tiene que ver con lo satisfecho que te sientes con tu vida.
En cuanto al amor entre parejas se trata de una decisión, cuando tienes en control tus felicidad emocional y cognitiva es donde si llegas a tomar la decisión de amar, vivirás un amor maduro aunado a ello no está demás que sepamos de los lenguajes dela amor.
Estos 5 lenguajes son:
1. Palabras de Afirmación: se trata de expresar el cariño de manera verbal, palabras de ánimo, apoyo, afecto, felicitación, elogios, amabilidad, o humildad hacia otro. Las palabras que emitimos pueden causar un efecto muy positivo en la otra persona; aumentando su autoestima, su seguridad y su bienestar. «Casi todos recordamos palabras fugaces que (…) marcaron nuestras vidas».
Recomendaciones simples y contundentes: “Te quiero muchísimo, de verdad”; “Me encanta cuando me explicas las cosas tan bien”. Pero, sobre todo, es importante que sea de forma genuina y sincera para que la persona lo puede recibir de manera tal que pueda sentirlo.
2. Tiempo de calidad: se trata del disfrute de esa compañía que para ti es importante ella al compartirla con nuestros seres queridos; escuchando y siendo escuchados, sin prisas ni otros distractores.
Vivimos en la sociedad del sprint, junto a las falsas primeras necesidades creadas por el sistema (tener el mejor carro, la mejor casa, el mejor empleo, viaje, dinero, fama, etc.) esto nos hace olvidar con frecuencia lo que significa realmente el tiempo de calidad.
3. Regalos: El significado del regalo parece haber perdido valor en una sociedad consumista: “Cuanto más regalos y más caros mejor”, no se trata de eso sino que para la persona que recibe me conmueve el simple hecho de que pensante en el (la) antes de comprar algún detalle.
Por eso, para algunas personas este tipo de regalos simboliza una expresión de amor significativa; quien le regala ha estado tiempo esforzándose y pensando en ella. En la otra parte, quien está trabajando en realizar u obtener ese regalo, disfruta desde que tiene la idea, hasta después de haber dado el regalo al otro, sin esperar nada a cambio.
4. Actos de servicio: Tratar de agradar a la persona sirviéndoles o haciéndoles favores a ciertas personas les resulta gratificante. Cocinar, limpiar, encargarse de las tareas más pesadas o desplazarse a sitios lejanos, son actos que agradan a la persona cuyo lenguaje del amor este. «No es una necesidad ni una obligación, sino una forma generosa de expresar amor».
5. Contacto físico: Es la forma de comunicación más sencilla y directa. Abrazarse, besarse, acariciarse, tocarse, tener relaciones sexuales; son formas de transmitir y recibir amor de la pareja. Para algunas personas, especialmente para los hombres, el contacto físico es su lenguaje principal, sienten seguridad y felicidad a través de éste; y sin éste no se sienten amados. «Puede producir o romper una relación. Puede comunicar desamor o amor».
Generalmente el mismo lenguaje que expresamos es el lenguaje que nos gusta recibir amor, es por ello que es importante que definas cuál es tu lenguaje del amor y cuál es el de tu pareja.
Recuerda que la felicidad solo emana de ti y si te preguntases por quien te resulta mejor ser amado, la respuesta es: Dios.
“Nosotros amamos a Dios porque él nos amó primero. Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto. Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano”. (1 Juan 4:19-20)
Nota de prensa: Andreina Hurtado / @andreinahurtado70