Ahora es jurado del Certamen Pura Danza Internacional que se celebra del 15 al 18 de julio de 2021
Alexey Minkin, asume una nueva faceta en su carrera dancística, como jurado en el Certamen Pura Danza Internacional, que se celebra desde el 15 al 18 de julio de 2021, compartiendo este honor con destacados maestros y bailarines de talla internacional. Además será jurado en otros concursos de ballet en Costa Rica, Ecuador y México.
Minkin nació en la ciudad de Menzelinsk, Rusia, culminó sus estudios de ballet clásico en la prestigiosa Academia Coreográfica de la ciudad de Perm. Poco después de su graduación fue invitado a formar parte de la compañía Ballet del Kremlin de Moscú como solista, presentándose en importantes teatros del mundo como lo son el Palacio del Kremlin, el teatro Bolshoi, Covent Garden de Londres, Champ-Elysees de París, entre otros.
Más tarde se mudó a Suramérica y trabajó en las compañías más prestigiosas de la zona como el Teatro Teresa Carreño en Caracas, y el Ballet del Teatro Municipal de Santiago, en Santiago, Chile, presentándose como solista y principal. En su carrera artística ha tenido el privilegio de participar en diversas giras mundiales, galas internacionales, ganando gran prestigio dentro del mundo de la danza.
¿Cuándo empezaste a tomar clases de ballet y cómo llegas a la vida profesional?
Empecé a bailar cuando tenía 8 años en un grupo de danza nacionalista en Menzelinsk. Ahí mi profesor me recomendó aplicar a una escuela profesional de ballet en Kazan y a los 10 años me fui de mi casa a estudiar ballet. Después de unos años me aceptaron en una de las mejores escuelas de ballet ruso en la ciudad de Perm. Allí conocí a mi esposa, la venezolana Alexandra Dugarte, con quien llegué a Venezuela por invitación de la maestra Nina Novak, para bailar en su compañía.
¿Cómo miras el futuro de la danza?
El ballet clásico siempre va a existir ya que es una base importante para las danzas de todos los estilos y siempre están surgiendo nuevos estilos de danza bien interesantes. Espero que el ballet clásico se popularice nuevamente en los próximos años.
¿Piensas que el arte de la danza clásica necesita reformas?
No. El ballet clásico en mi opinión es perfecto. Lo que necesitaría reformas son algunas escuelas, sus métodos de enseñanza y la falta de expresión en algunos bailarines.
¿Es la primera vez que eres jurado en una competencia de ballet?
Sí. Esta es mi primera vez como jurado internacional. Y fui invitado como jurado en otros dos concursos internacionales en Agosto. Para mí es un gran honor tener esta oportunidad y ayudar a bailarines en su formación como artistas.
¿En cuáles aspectos te basas para evaluar a cada bailarín en escena?
Para evaluar bailarines es importante basarse en el nivel técnico y artístico de cada uno con respecto a su edad. No se puede evaluar de la misma forma a un bailarín de 12 años que a uno de 20. La madurez artística y técnica es muy distinta.
¿Cuáles son los atributos que tiene que tener una persona que desea dedicar su vida a la danza y en particular a la danza clásica?
Hay muchas condiciones físicas que pueden beneficiar a un bailarín. Pero tener todas las condiciones requeridas para ser un bailarín exitoso no significa que este lo será. Lo más importante es tener constancia, dedicación y paciencia. El éxito no llega de la noche a la mañana. Son muchos años de sacrificios y entrenamiento constante
¿Qué es más importante al salir a escena, la técnica o la expresión?
La expresión. La técnica se trabaja en el estudio y en la clase. Para eso son las infinitas horas de ensayo. La idea es que domines la técnica a tal nivel que cuando salgas a escenario no tengas que preocuparte por esa pirueta o ese salto. Al salir al escenario es momento de interpretar un rol. Hacer que todas las personas en el público sientan lo mismo que tú estás transmitiendo.
¿Cómo afrontas esta nueva forma de danza online?
Definitivamente esta situación es difícil para los bailarines. Tomar la clase desde casa, con espacio muy limitado puede llegar a ser frustrante. Sin embargo estos tiempos han unido el mundo del ballet, ahora es común dictar y tomar master classes con profesores de altísimo nivel a través de zoom. Cosa que sería imposible, o costaría mucho dinero de lograr en los tiempos antes de la pandemia. Hay que siempre ver el lado bueno y oportunidades en los obstáculos que nos da la vida.
¿Cómo es una clase de ballet vía Zoom?
Las clases de ballet por Zoom que he tomado y he dictado se enfocan mayormente en la barra. En el centro se hacen ejercicios más cortos y con menos desplazamiento como serían en un salón de ballet. La ventaja de las clases por Zoom es que puedes tener un profesor de Francia o Rusia en tu casa sin necesidad de comprar un pasaje. Exponer a estudiantes a distintos profesores y técnicas de enseñanza siempre va a ser algo positivo para su desarrollo como artistas. Lo único malo del Zoom es que muchas veces la conexión falla, o el audio no está sincronizado y puede ser frustrante.
¿Cuáles ventajas tiene este evento en la modalidad online?
Para los concursantes la ventaja es que no tienen que lidiar con los nervios de presentarse en vivo en frente de un jurado y el público. Los concursos son así, tienes un solo chance de hacer las cosas bien. No existen las segundas oportunidades. Personalmente pienso que concursar en vivo, aunque puede ser cruel por el mismo hecho que no hay segundas oportunidades, es una oportunidad fantástica para que los bailarines controlen sus nervios al momento de salir a bailar.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
En estos momentos me encuentro trabajando como bailarín con la compañía Dimensions Dance Theater of Miami y también trabajó como bailarín invitado con otras compañías de Estados Unidos. Aparte de participar en este increíble proyecto con Pura Danza Internacional, también voy a tener la oportunidad de participar como jurado en dos concursos este verano en Ecuador y Costa Rica.
¿Qué le dirías a alguien que se inicia en la danza?
No dejes que nadie te diga que no puedes. Lo más importante para ser exitoso en la danza, es saber exactamente lo que quieres y trabajar duro sin detenerte hasta lograrlo.