Estudio revela que no cumplen de manera adecuada con el proceso de fotosíntesis en parte por la quema indiscriminada de combustibles fósiles
Durante varias décadas algunos bosques del sureste de Brasil no cumplen con su función natural de remover el dióxido de carbono de la atmósfera, pasando a ser fuente de este gas.
Científicos brasileños llegaron a esta conclusión, luego de estudiar por más de 30 años los bosques de 32 regiones del estado Minas Gerais, donde los pulmones vegetales del planeta en vez de actuar como «desagüe» de dióxido de carbono, lo emiten.
El profesor Rubens Manoel, de la Universidad Federal de Lavras y uno de los autores del estudio -publicado en la revista Science Advances– explicó que está lamentable situación se está intensificando principalmente en los bosques más secos, específicamente en las zonas de transición entre el atlántico y otros ambientes.
Recordó que lo normal es la absorción del dióxido de carbono a medida que los árboles crecen, teniendo en cuenta el proceso de fotosíntesis.
Destacó que la actividad humana es la causante del lamentable deterioro de la naturaleza en particular por la quema de combustibles fósiles. Hecho que provocó el aumento drástico de la proporción de dióxido de carbono en la atmósfera en los últimos siglos.
Carrera contra reloj
Hasta el 2013, el dióxido de carbono era absorbido por los árboles de manera normal. No obstante, posteriormente comenzaron a perder más del que recolectaban.
Actualmente, los bosques semideciduos y deciduos -que pierden parte o la mayor de su follaje en meses con poca lluvia- son fuentes de este contaminante gas que daña la atmósfera y pone en peligro la vida en la Tierra.
Para la coautora del estudio, Vinícius Andrade Maia, es necesario profundizar el estudio con el fin de determinar las causas más importantes del fenómeno que ponen de manifiesto la necesidad de tomar medidas contra la emisión incontrolada de gases de efecto invernadero.