Especialista rusa en nutrición, explica los efectos secundarios de esta fruta -de la familia de las cucurbitáceas- en el organismo
El melón, conocido por ser rica fuente de agua, vitaminas A, B, C y E, así como ácido fólico, fibra, calcio, hierro, potasio, entre otros minerales, no puede ser consumido por todas las personas, advirtió la nutricionista rusa, Olga Korableva.
Durante una entrevista para Sputnik, explicó que esta fruta baja en calorías, en primer lugar, es un «alimento difícil de digerir».
«El melón no debe consumirse con el estómago vacío o con otros alimentos, incluidas las frutas, ya que esto puede provocar gases o diarrea», destacó, haciendo referencia a que no se debe comer nada, ni una hora antes ni una hora después de ingerirlo.
Precisó que quienes padecen de úlcera péptica, colecistitis -inflamación de la vesícula biliar-, gastritis o pancreatitis agudas, no deben comer melón porque «actúa como un laxante suave».
«No se debe consumir en caso de alteraciones en el funcionamiento de los intestinos, ya que el alimento puede agravar los problemas existentes», agregó la experta.
«El melón por la mañana es oro, por la tarde plata y por la noche mata», reza un popular refrán haciendo alusión sobre lo perjudicial de comer esta fruta en horario nocturno.